Aún hay viva una esperanza
Por Dr. Natanael Gutiérrez
Conociendo la realidad de nuestra región Enriquillo, el manejo de la historia, admito que a veces pensé que no hemos contado con dolientes en todos los sentidos, no solo políticos. Insisto que la dinamización de la economía de nuestra región dependerá la combinación de factores, por un lado, la inversión del gobierno, en obras de gran importancia como presas, acueductos, carreteras, centros educativos y universitarios, entre otros.
Por otro lado, está la clase empresarial que debe entender su compromiso, el empresariado está llamado a modernizar sus servicios, es necesario ampliar la cartera de servicios, en materia de alojamiento debemos construir habitaciones, las villas, los apartamentos, para que exista la llamada movilidad social, y para que quienes decidan visitarnos se sientan a gusto con estar en nuestra región.
Hagamos conciencia y énfasis en eso, pues no todo lo hacen los gobiernos. Una tercera variable en el desarrollo, es el pueblo común, que ni es político, ni es empresario, pero que también debe jugar su papel, más que todo a favor de la democracia, no dejando perpetuar en el poder a quien no está cumpliendo su compromiso de hacer que el progreso llegue a nuestras tierras. La sociedad debe saber que diciendo “yo no voto por nadie” o “yo voto porque quien fulano diga”, lamento decirles que, no será la forma en la que avancemos, tu voto es también tu compromiso con tu pueblo.
Admito que aún guardo la esperanza de que, Dios bendiga mi región. A propósito de eso, hace unos días me detuve a conversar con un joven que tiene un puesto de vender algo que él le llamó “Naboa”, la cual es una especie de empanada, pero con otra forma de preparación, me senté con el a expresarle mi apoyo en su proyecto, y le comentaba de mi interés de que le vaya bien, me parece obvio que será es así pues en lo que estoy sentado fueron cientos que llegaron al lugar.
La reflexión obligada es, ¿por qué nuestro interés con esto?, bueno pues si decimos en nuestro slogan de campaña que, “Desarrollemos Barahona”, no creo que deba ser solo una expresión, ni siquiera es un slogan pasajero, es más bien, un estilo de vida producto de una convicción que nos mueve ya hace años. Sabemos que el apoyo al emprendimiento sería justamente la validación de eso que decimos.
Sin dejar lugar a la jactancia, pienso que nos encontramos justamente con una gran oportunidad de elegir una visión más acabada sobre lo que es desarrollo, pues, nosotros mismos serviríamos de ejemplo, dado que la mayoría vive y emprende con las mismas condiciones con las que nos tocó a nosotros de manera familiar avanzar. Sería algo así como que predicar con el ejemplo.
Debo decir que hubo que trabajar duro, hubo que no tener lujos por muchos años, hubo que reinvertir las ganancias, también debimos estudiar, y no solo eso sino sobresalir, pero más que todo, hubo que sentir amor por nuestra región, provincia y ciudad, en mi caso para gestar el proyecto más moderno que se conoce hasta el momento y está aquí en Barahona, como es la Clínica Dental Natclinic.
Y la mencionó solo como punto de referencia de que si hacemos proyecto de alto nivel y con amor hay un público que te apoyará.
El joven de las Naboa me dijo, vine en diciembre para irme en enero y aún estoy aquí; le dije, y no te irás pues te seguirá yendo bien. Yo le comentaba que para eso es que debe servir la política, pues, si 500 jóvenes como él emprenden, el emprendimiento funciona, consigue financiamiento para producir y dan trabajo a 10 jóvenes más, tendríamos 5,000 nuevos puestos de trabajo. Serían 5,000 posibilidades de que no se vayan de la provincia, 5000 posibilidades menos de delinquir.
Yo pienso que puedo perfectamente entender esta problemática y trabajar para mejorarla, pues, es lo que hemos hecho toda la vida, emprender. Yo guardo la esperanza que más jóvenes se motiven y piensen que podemos crear una nueva región.